Ernesto Garcia Rivera MD (1918-2000), born in Matamoros, in
the streets of Grande between 13a and 14a, on November 7, 1918. Precisely was
born at San Ernesto day according to Gregorian calendar. The name means honest,
and the winner. He died in on January 7, 2000 in Monterrey Nuevo Leon.
His father was Ernest Garcia and Garcia, Manuel Garcia
Longoria native's son of the Barranca (Canyon), Matamoros and his mother Mary
Rivera native of Matamoros.
He was always a free thinker, a spirit of great nobility,
great soul, without any ideological label, and committed to generosity and love,
responsibility and support of people and family.
He studied general medicine and specialized in children. He
worked as a sole practitioner but always a period of his career he was Director
General of Civil Hospital, located in the same building that was built in
record time by the government of Santa Ana as a military hospital in 1847, when
the war with the United States, in 10th streets between Hidalgo and Iturbide,
in Matamoros.
During the period 1961 - 1966, he devoted all his efforts
and dedication to the improvement of the hospital, working free for the support
of the poor who could not afford any hospital costs. With the advent of the
welfare state ideas, Mexican government decreed that the doctor who worked at
the hospital should charge. Because of the new policy, renounce the post. This
devastated him, he was very sensitive to human ingratitude and in this case did
not accept what he considered an infamy: if the doctors wanted to give his time
to serve poor people why charge them?
He returned to his professional life and like everything in
life, rewarded with more work, more fame, more money and effective effort to
win. So he was dedicated to the free exercise of the profession, focusing on
the care of children in clinical branch, little practice of surgery. His office
was filling with more than 80 consultation claims daily, and that for over 25
years. As the 20% of the people consulted, was not charge for being poor or
friends. Perhaps like the style of 12th century physician, Maimonides.
Ernesto Garcia Rivera never was not rich, but always free.
He sent all of his sons and daughters to the university, six children, all in
private schools. In addition, help for the education of some others nephews.
That he was generous. He was. That he loved. He did. He was
a man of his time. For me and many thinking people who knew him, he was a hero,
not like or traders, the military or political heroes, Ernesto Garcia Rivera
was a real hero, of flesh and bone, which has many followers and many of them
tell me that he made them a miracle.
He married for life with a beautiful woman, who all her life
was in her eyes. Emma de La Mora-Marín Ruiz-Rougier was his great love, Emma
was his life, also his patient for decades. They had six children and adopted
one more.
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Ernesto García
Rivera M.D. (1918-2000), nace en Matamoros, en las calles de Bravo entre 13a y
14a, en noviembre 7 de 1918. Precisamente nace el día de San Ernesto en el
calendario gregoriano. El nombre significa el sincero, el ganador. Fallece en Monterrey
Nuevo León el día 7 de enero de 2000.
Su padre fue
Ernesto García y García, hijo Manuel García Longoria originario de la Barranca,
Matamoros y su madre María Rivera originaria de Matamoros.
Fue siempre un
libre pensador, un espíritu de gran nobleza, de alma grande, sin una
adscripción ideológica alguna, de esas e tipo político, más bien una
adscripción a la generosidad y amor, entrega, responsabilidad y apoyo a su
familia, familiares y semejantes.
Estudio medicina
general y se especializa en niños. Trabajó siempre como profesionista
independiente aunque en un periodo de su carrera fue Director General del Hospital
Civil, situado en el mismo edificio que fuera construido en tiempo record por
el gobierno de Santa Ana como hospital militar en 1847, cuando la guerra con
Estados Unidos, en las calles de 10 entre Hidalgo e Iturbide, en Matamoros.
Durante el
periodo de 1961 – 1966 dedicó todo su esfuerzo y dedicación a las mejoras del
nosocomio, trabajando gratis para la ayuda de los pobres que no podían
solventar ningún gasto hospitalario. Con la llegada de las ideas del estado
benefactor mexicano se decretó por el gobierno que los médico que trabajaban en
ese hospital debían cobrar. Por razón de la nueva política renuncio al puesto.
Esto lo devastó ya que era muy sensible a las ingratitudes humanas y en este
caso no aceptaba eso que consideraba infamia: si los médicos querían regalar su
tiempo para atender gente pobre, para que hacerlos cobrar?
Regresó a su vida
profesional y como todo en la vida, fue recompensado con más trabajo, más fama,
más dinero y más esfuerzo eficaz para ganarlo. Así que por el hecho de que se dedicara
al libre ejercicio de la profesión, enfocado a la atención de niños, en la rama
clínica, ya que poco ejerció la cirugía, su consultorio se llenaba de más de 80
demandas de consulta diarias; y eso por más de 25 años. Como al 205 de las
personas que consultaba no les cobraba por pobres o por ser amigos. Quizá al
estilo del médico del siglo 12, Maimonides.
Ernesto Garcia
Rivera no fue rico, fue libre. Sin embargo pudo educar profesionalmente a seis
hijos, todos en escuela privada. Y ayudo a la educación de alguno que otro
sobrino.
Que fue generoso.
Lo fue. Que fue amoroso. Lo fue. Que fue hombre de su tiempo, pues lo fue. Para
mí y muchas personas pensantes que lo conocieron fue un héroe, no como los
héroes militares y políticos o comerciantes Ernesto García Rivera fue un héroe
real, de carne y hueso, que tiene muchos adeptos y que muchos de ellos me dicen
que les hizo un milagro.
Se casó de por vida con una hermosa mujer, que
toda su vida se vio en sus ojos. Emma Marín de La Mora- Ruiz- Rougier fue su
gran amor, Emma fue su vida, y también fue su paciente por décadas. Tuvieron 6
hijos y adoptaron uno más.